Imitadores Correctos

1 Corintios 11:1

Sigan ustedes mi ejemplo, como yo sigo el ejemplo de Cristo.

Pablo dijo esto a los corintios por la debilidad de algunos, él se pone como ejemplo, pues siendo apóstol, y aunque el Señor ordenó “a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio” (1 Co. 9:14), él no había “usado de este derecho” (1 Co. 9:12) y se hacía “débil a los débiles” 

La mayoría debe saber que los niños cuando están pequeños, son imitadores, todo lo que ven quieren imitarlo, sus primeras palabras son por imitación, las palmadas que da son por imitación, y muchas veces también se lastima, por estar imitando!

Así tal cual pasa en la vida espiritual, 1 Corintios 3:1 cita

 Amados hermanos, cuando estuve con ustedes, no pude hablarles como lo haría con personas espirituales. Tuve que hablarles como si pertenecieran a este mundo o como si fueran niños en Cristo. aún hay gente así ( niños espirituales) vemos cantidad de personas ahora imitando a otros, iglesias imitando otras iglesias, hombres imitando a pastores, evangelistas, profetas, hombres y mujeres que imitan la conducta y la norma de otras congregaciones y sus congregantes, de ahí radica el dicho :  “por eso a todos nos meten en el saco” “por uno pagan todos”, Pablo no le pedía al pueblo que imitaran su personalidad, sino las cosas que había tomado de su Señor Jesús y las ponía por obra, como por ejemplo el amor, no juzgar, obedecer la ley, arrepentimiento genuino, hermanos no se trata de imitar a grupos que llevan un plan de Dios, también Dios puede darte un plan, aun los programas más divertidos se adaptan al grupo y en algo cambian, no podemos hablar como y andar como otros hombres, debemos andar como Jesús, o como aquellos que le imitan en la fe, sin copiar su estrategia. ¿Qué cómo se logra? Buenas noticias, si imitas a Jesús podrás recordar lo que  dice 1 Tesalonicenses 5:17-18

 Orad sin cesar.

Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.

Se original, y si algo quieres imitar, que sea Lo correcto, el plan que Dios te dio para ayudar a otros y llevar a tu congregación a la promesa de Cristo.